Una periodista francesa grabó el fenómeno en lo alto de la abadía de la península. La denominada marea del siglo, separó durante unas horas y por primera vez en este milenio, el monte Saint-Michel, del continente europeo. Las aguas crecieron el equivalente a cuatro pisos, más de 14 metros en algunos momentos, provocando un fenómeno que se repite en ciclos de unos dieciocho años y que deja completamente rodeado de agua el imponente promontorio de granito con un pueblo medieval y una abadía en el centro al noroeste de Francia.
Unas 20.000 personas asistieron a este espectáculo provocado por la inusual alineación del Sol y la Luna, que causó el eclipse solar del pasado viernes y que no se volverá a repetir hasta 2033.
Desde nuestro colegio, pudimos ver el eclipse así.
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