A veces los adultos nos piden cosas difíciles que ni ellos mismos son capaces de cumplir. Uno nunca sabe cómo responder ante cosas que no nos gustan, o nos obligan, o nos hacen sentir mal. Es por eso que se hace imprescindible saber cómo nos sentimos y cómo reconocer todo esto para que podamos solucionarlo a tiempo. Ya te digo que no es fácil, ni siquiera para los aldultos que tanto hablan y tanto se las dan de saberlo todo.
Pero podemos aprender. Todo se aprende.
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