El compositor planeó la obra como broma para un día de carnaval, así que aparecen leones, gallinas, tortugas, canguros, burros y varios animales más y tiene toques de buen humor por aquí y por allá. Uno de ellos es que Saint-Saëns tomó prestada música de otros compositores y la puso en un contexto muy distinto del original. Así insertó desde canciones antiguas francesas hasta el “Can-can”, pasando por un trozo de la Danza macabra del mismo Saint-Saëns.
El autor, según parece temeroso de que la obra resultara demasiado frívola y pudiera perjudicar su reputación de compositor serio, prohibió que esta obra se editara mientras él viviera (con excepción de una sola pieza: “El cisne”). Sólo se dieron interpretaciones privadas para un círculo de amigos íntimos, como Franz Liszt.
Sin embargo, Saint-Saëns dispuso en su testamento que la suite podría ser publicada tras su muerte, y desde entonces se ha convertido en una de sus obras más populares.
Léo Delibes (Saint-Germain-du-Val, actualmente un barrio de La Flèche, en Sarthe, 21 de febrero de 1836 - París, 16 de enero de 1891), nacido como Clément Philibert, fue un compositor romántico francés, recordado por sus ballets Sylvia y Coppélia y, más recientemente, por su ópera Lakmé. Comenzando en 1847, Delibes estudió composición en el Conservatorio de París, donde obtuvo un primer premio de solfeo en 1850. Fue alumno de Adolphe Adam. Un año más tarde, también tomó clases de canto, aunque terminó siendo mejor organista que cantante. Ascendió posiciones como pianista acompañante y director de coro en el Théâtre Lyrique, segundo director de coro en la Ópera de París (1864), y organista en el Saint-Pierre-de-Chaillot entre 1865 y 1871. La primera de sus varias operetas fue Deux le sous charbon, compuesta en 1856 para el Folies-Nouvelles.
Delibes alcanzó verdadera fama en 1870 con el éxito de su ballet Coppélia. Se estrenó en la Ópera de París. Se basa en una historia del escritor alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Cuenta el destino del viejo Dr Coppelius y de su muñeca Coppélia, que cobra vida. A menudo se interpreta como suite de concierto.
Entre sus otros ballets están Sylvia, escrito con Léon Minkus y publicado en 1876; su acción se desarrolla en Grecia. Destaca el «Pizzicato» de este ballet, uno de los mayores éxitos de Delibes. Gran amante de la danza, Chaikovski admiró ambos ballets.